Los niños y adolescentes, tienen un lugar preferente en Adhara. Sabemos lo importante que son esos primeros años para asentar una buena base en su mundo interno. Los procesos evolutivos tienen sus dificultades y a veces es necesaria la ayuda de un profesional para incorporar otra mirada y ayudar a las familias a avanzar.
Ofrecemos un espacio cálido y acogedor, donde los menores se sienten protegidos y escuchados. Les acompañamos desde el cariño y el respeto, en aquellos momentos de su desarrollo evolutivo en los que encuentren dificultades que no sepan o no puedan resolver por sí mismos y afectan a sus relaciones sociales y familiares. Les ayudamos a desarrollar su autonomía y autoconocimiento. Favoreciendo la incorporación de nuevas herramientas y recursos internos para gestionar mejor su mundo emocional y mejorar sus relaciones con ellos y con los demás.
Trabajamos en cinco niveles: emocional, social, cognitivo, corporal y existencial. A través de dinámicas de juego, escucha activa y técnicas de expresión creativa.
Incorporamos a los padres y el colegio. Consideramos necesario un trabajo en equipo donde los adultos que acompañan el crecimiento del niño o adolescente participen en sesiones programadas para compartir los cambios, dudas y avances con el psicoterapeuta.
Señales que debemos atender en los menores:
- Miedos recurrentes que dificultan una vida normalizada.
- Intranquilidad o angustia excesiva. Nerviosismo que no tiene consuelo.
- Síntomas de tristeza que perduran en el tiempo.
- Trastornos de conducta.
- Dificultad para relacionarse. Tendencia al aislamiento.
- Déficit de atención e hiperactividad.
- Problemas de sueño.
- Rabietas excesivas y recurrentes.
- Celos desproporcionados.
- Conductas autolesivas.
- Consumo de drogas.
“Las cosas más importantes de nuestra vida no son extraordinarias o grandiosas.
Son los momentos en que nos sentimos tocados el uno por el otro”.
Jack Kornfield