Las relaciones de pareja son pequeño un universo donde todo se pone a prueba. Nuestras creencias sobre el amor, la entrega, el vínculo, la libertad individual,… pueden acercarnos o limitar la manera en que nos relacionamos en pareja.
¿Te suenan algunos de estos problemas?
- Tu idea de pareja ideal se encuentra de bruces con la pareja real. “No es lo que pensaba”.
- Las necesidades de ambos necesitan caminos diferentes y parece que no hay un punto de encuentro.
- Sentís que la relación está estancada y siempre surgen los mismos conflictos.
- Las familias biológicas interfieren demasiado en vuestras vidas.
- Existen problemas de comunicación, no hay intimidad, surge una distancia que parece no tener vuelta atrás.
- Entráis fácilmente en bucles hostiles que crean tensión, desencuentro y distanciamiento.
- El sistema familiar (hijos, familia extensa…) se resiente y se ve afectado por vuestros problemas.
Te proponemos estas soluciones:
- Aprender a conoceros mejor. Es el primer paso para iniciar el cambio.
- Saber qué se puede negociar, qué estoy dispuesto a cambiar y que no es aceptable en la relación que quiero.
- Reconocer mis vulnerabilidades y fortalezas. Ver cómo manejarlas dentro de la relación.
- Cómo hacer equipo, alianza, en lugar de remar en direcciones opuestas.
Las relaciones de pareja pueden mejorar si nos permitimos girar nuestra mirada y abrirnos a la posibilidad del cambio en beneficio de ambos y de nuestros hijos, si los tenemos.
DIVORCIOS
Si habéis decidió divorciaros y tenéis hijos, lo mejor es hacerlo de una manera sana y sin añadir dolor a la situación. Son momentos delicados y difíciles que requieren de mucho tacto y tener en cuenta factores que la mayoría de las veces no se manejan ni se sabe las repercusiones que pueden tener.
Nuestros especialistas en mediación de conflictos y divorcios podrán ayudaros a dar los pasos necesarios para que la situación sea lo más cordial posible y proteja a vuestros hijos.
“No hacer daño significa estar despierto,
lo cual supone, entre otras cosas, actuar con menos precipitación
para ser conscientes de lo que decimos y hacemos.
Cuanto más observamos nuestras reacciones
emocionales en cadena y comprendemos su funcionamiento,
más fácil nos resulta abstenernos.
Permanecer despiertos, no precicpitarnos y ser conscientes
de lo que ocurre se convierte entonces, en un modo de vida.”
Pema Chödrön