CÓMO MANEJAR LOS CAMBIOS
El comienzo del curso implica toma de decisiones: organizar nuestras agendas, las actividades extraescolares o el reparto de los tiempos. ¡Y esto afecta a toda la familia! Las nuevas responsabilidades laborales o escolares, suponen desafíos que hay que afrontar con determinación y plena conciencia. La incorporación laboral o escolar puede traer consigo ciertos desajustes en el sueño, estrés o irritabilidad. Unos días de adaptación a las rutinas de casa antes de iniciar las nuevas jornadas suavizarán los síntomas.
Al igual que un adulto puede percibir su entorno profesional como un aliado o una amenaza, nuestros hijos pueden sentirse protegidos o intimidados en su colegio. El comienzo de curso es un buen momento para pedir tutorías a los nuevos profesores e intercambiar información que creamos se necesite saber, sobre todo si es un entorno nuevo. Los chicos tendrán que movilizar habilidades sociales para integrarse en su grupo de iguales. Pero si tienen alguna dificultad, es nuestra responsabilidad ayudarles a construir esas herramientas.
Claves a tener en cuenta:
Si hay un cambio de colegio:
• Es importante que sea una adaptación progresiva. Les ayudará “inspeccionar el terreno” antes de empezar. Conocer el colegio y el entorno para que el primer día les resulte más cercano y familiar.
• Entrevístate con el tutor para darle algunas claves del menor y facilitar que se haga alguna actividad de integración en el grupo ya creado.
• Los primeros días o semanas es conveniente ser acompañados por miembros de la familia. Les aportará sensación de seguridad y protección.
• Ayuda a los niños a que encuentren ventajas ante el cambio del cole. Favorece el encuentro con otros amigos hasta que fortalezca lazos en el nuevo. A veces se mantiene alianzas con los amigos del otro colegio y se vive como una especie de traición integrarse en nuevos grupos. Es importante, hacerles ver que es bueno tener amigos nuevos y no implica dejar de ver a los ya formados. Ofrécelo como una posibilidad de enriquecerse y conocer a gente nueva.
ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES
Las actividades extraescolares pueden ser beneficiosas si se buscan con sentido común y no con la necesidad compulsiva de llenar el tiempo que no podemos dedicar a nuestros hijos.
Tenemos que prestar atención a sus necesidades reales. No se trata de rellenar huecos ni de los jóvenes ni de nosotros. Ni de que aprendan violín porque fue nuestra asignatura frustrada. Tendremos que ser selectivos y explorar con cuidado e incluso con asesoramiento lo que necesitan y les motiva. Puede ir desde a teatro para explorar la creatividad hasta los clásicos Boy Scouts. Lo más importante es conocer bien a nuestros hijos. Sus debilidades y fortalezas. Saber qué necesitan desarrollar para poner en marcha todo su potencial.
Claves a tener en cuenta:
• Mantener la actividad, al menos, un curso. Favorece la perseverancia, la tolerancia a la frustración y moviliza recursos internos cuando la motivación decae.
• Buscar consenso por ambas partes. Si a los niños no les gusta va a ser difícil su implicación.
• El deporte es recomendable: favorece el autocontrol, la descarga de tensiones, el trabajo en equipo y ayuda a socializar.
• PASAR TIEMPO DE CALIDAD CON NUESTROS HIJOS. Es la más importante, económica y la más valiosa, sin duda, para toda la familia.
Recuerda:
• Los cambios necesitan una adaptación progresiva.
• Elegir las actividades extraescolares consensuadas con los menores en función de sus necesidades.
Sandra García Sánchez-Beato
Directora de Adhara Psicología
Fuente: Revista Espacio Humano